
Las flores aromáticas son de las más preciadas de la naturaleza, ya que con ellas pueden producirse una amplia variedad de perfumes. La producción de perfumes y colonias a través de flores aromáticas es algo que se viene realizando desde hace siglos, pese a que en la actualidad se han desarrollado nuevas tecnologías que permiten una destilación de los principios aromáticos mucho más eficiente.
Durante este artículo queremos que conozcas cuáles son las flores aromáticas que más se utilizan para la elaboración de perfumes de primera calidad.
Rosa
Es una de las primeras variedades florales que se empezaron a utilizar para la producción de perfumes y que, a día de hoy, sigue usándose. Esto se debe a que tiene un olor sugestivo y muy peculiar, difícilmente comparable al de cualquier otra flor, haciendo que comenzase a utilizarse ya en los pueblos más antiguos de La India y de Oriente Medio, por ser una flor que desprende sensualidad y mucho carácter.
Es utilizada por elaboradores de perfumes a nivel internacional cuidando siempre que, al ser mezclada con otros ingredientes o flores aromáticas, no pierda su olor ni quede demasiado menguado, sino que sea uno de los factores principales que más se aprecien de la mezcla. De esta manera, su olor siempre tiene que ser ensalzado, nunca encubierto.
Orquídea
Esta flor es original de Asia, por lo que está dotada de un carácter exótico, lo que hace que tenga un uso muy socorrido en perfumería, además de que con su aroma también se elaboran aceites esenciales y todo tipo de ambientadores para hogar. Su aroma tiene la particularidad de ser muy fresco, por lo que es la flor ideal para los perfumes donde se busca priorizar la ligereza, especialmente para aquellos que serán utilizados en los meses de más calor, como verano y primavera.
La variedad que más se utilizada para la elaboración de perfumes es la Cymbudium, que aporta una fragancia que llega a embriagar.
Pelargonium
Esta flor es una de las más utilizadas en el mundo de la perfumería. Pese a que es posible que no te suene especialmente, es similar al geranio, lo que la convierte en una flor de aroma muy intenso no sólo en sus pétalos, sino también en sus hojas, por lo que es muy adecuada para colonias y perfumes de carácter fuerte, especialmente de caballero.
Violetas
La flor de las violetas se dedica a la elaboración de perfumes de carácter distinguido y con elevada clase. Se utiliza desde más allá de la Antigua Grecia, siendo una flor que requiere unos cuidados muy delicados, pese a que el perfume que se elabora con ella es de aroma muy intenso.
Jazmín
El aroma de esta flor es embriagador y claramente inconfundible, de la misma manera que sucede con la flor de la rosa. Tiene la particularidad de que la flor del jazmín emite un olor mucho más intenso, con una fragancia más fuerte cuando es de noche, como nos indican desde esta perfumería especializada.
El jazmín es muy utilizado como aroma principal en la elaboración de muchos perfumes, ambientadores de todo tipo y aceites esenciales, acompañado de otros.
Jacinto
Está flor de carácter bulboso requiere de una gran cantidad de agua para poder desarrollarse con normalidad. Precisamente por este motivo no tiene una fragancia muy notoria ni densa.
Bien es cierto que no suele ser utilizado como aroma principal a la hora de elaborar ni perfumes ni ambientadores, pero es fácilmente notoria cuando aparece en una fragancia, ayudando a realzar al que acompaña.
Lavanda
De igual manera que pasa con las orquídeas, la flor de la lavanda está pensada para ser utilizada en colonias frescas como las de verano o primavera. La lavanda, además, se relaciona con la limpieza y tienen una duración muy prolongada. Esto hace que sea la flor favorita para ser utilizada como base para perfumes, aceites esenciales e incluso detergentes o suavizantes.